Piedra de madurez para personas también maduras y con experiencias en conocimientos superiores. Relacionada con la vida, la supervivencia, el yo, esta gema actúa como un magneto que atrae a las fuerzas físicas para dirigirlas hacia el espíritu, magnificando las capacidades inconscientes. Su color negro, representa lo oscuro y desconocido, es símbolo opuesto de la claridad y el conocimiento. La fuerza transformadora de la obsidiana, resulta extremadamente poderosa para la meditación, abriendo el tercer ojo hacia el conocimiento de la vedad. Poderosa en las prácticas de la meditación y da a conocer, sin ambages, lo que es bueno y lo que es malo en el individuo, por eso se le llama «la piedra de la verdad». Al abrir estas perspectivas, se abre la luz, el entendimiento, la real justicia de lo que nos rodea. Ayuda por lo tanto, a conocer las debilidades e ilusiones fatuas del ego personal, a reflejarlas, para luego trasmutarlas. Para trabajarla contra estados de depresión y angustia, es mejor unirla con el cuarzo rosado y el verde. Así se balancean las emociones. Muy positiva en el chakra base. (También se la conoce como Lágrimas de Apache y para los indios americanos, poseer una obsidiana era símbolo de poder, riqueza y éxito).
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